miércoles, 19 de agosto de 2009

Libertad bajo palabra.


es impresionante como la modernidad abre paso a la libertad de expresión, o más bien si gustan llamarlo a la publicación de sandeses sin ningún remordimiento, pues tal vez. en fin es lo que menos importa. Por que escribir, es similar a tomar agua cuando se vuelve una necesidad primordial. Hoy día se ha perdido el sentido de las palabras, tal como lo comentaba mi maestra de teoría sociológica: El lenguaje lo han denigrado las nuevas generaciones. Visiblemente cuenta con toda la razón, que rumbo tiene el lenguaje cuando se acortan las palabras para prescindir de escribirlas completas, o cambiar la´´K´´, por la ´´C´´, de verdad es absurdo y triste.
Pero no retomemos aspectos de exigua importancia, y abordemos temas más amenos, hace algunos meses por azares del destino conocí un libro diferente, diferente en aspectos que discierne a los que usualmente evoco mi lectura, bueno hurgando en la biblioteca de Letras y Lingüística de la UNISON encontré un libro con título, ´´Reloj de Arena¨, de Enriqueta de parodi, inmediatamente llegué a mi casa lo leí, entre los parrafos se me hacían conocidos los escenarios que describía con su maravillosa prosa, y oh sorpresa!, ES SONORENSE. Enriqueta de parodi nacida en Cumpas, Sonora hace ya muchos años fue una persona intelectualmente preparada quien sorteó el poco acceso a la lectura y se consolidó como escritora de calidad, de Sonora señores. Además algo que me llamó la atención es su apoyo a las comunidad para llevar el desarrollo de la literatura y la lectura en partes marginadas. Otra de las cosas que hizo en su existencia es para Álvaro Obregón, esta fue su biografía, todo eso para construir un kinder en un pueblo ubicado en la sierra, no les especifico fechas exactas ni lugares por que no cuento con ellos en este momento pero fácilmente podrán encontrarlos en Gogle. B

Ésta escritora es parte de un talento que se pierde en la precariedad del hábito de la lectura mexicana, somos neófitos en esos aspectos o en ocasiones desconocemos el trato con los libros, me incluyo en esos términos por que al fin y al cabo juzgan a México todos juntos aunque algunos si disfrutemos de esos manjares. Lean, instrúyanse, colaboren con su formación intelectual. En especial a sus hijos impóngales el hábito. En fin tenía algo que decir y lo dije.


Alan Aviña

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